El cáncer de piel es una afección en la que células anormales crecen sin control en la piel. Es la forma más común de cáncer en los Estados Unidos, y la incidencia del cáncer de piel ha ido en aumento constante durante las últimas décadas.
Hay tres tipos principales de cáncer de piel: carcinoma de células basales (BCC), carcinoma de células escamosas (SCC) y melanoma. BCC y SCC son los tipos más comunes de cáncer de piel y generalmente son causados por la exposición a la radiación UV del sol o los dispositivos de bronceado en interiores. El melanoma es menos común pero más agresivo que el BCC y el SCC, y puede ser causado por la radiación UV o por factores genéticos.
Los síntomas del cáncer de piel pueden incluir un lunar nuevo o cambiante, una llaga que no cicatriza, un parche de piel áspero o escamoso, o un bulto que se siente firme y puede sangrar o desarrollar una costra. Es importante que un dermatólogo u otro profesional de la salud evalúe cualquier lesión cutánea sospechosa lo antes posible.
El tratamiento para el cáncer de piel depende del tipo y la etapa del cáncer, así como de la salud general del paciente. Las opciones pueden incluir la extirpación quirúrgica del tejido canceroso, radioterapia y/o quimioterapia. La detección y el tratamiento tempranos son importantes para el manejo exitoso del cáncer de piel.
Nuestros médicos recomiendan medidas de prevención como evitar la exposición excesiva al sol, usar ropa protectora, usar protector solar con un SPF de al menos 30 y evitar los dispositivos de bronceado en interiores para mantener la piel sana y libre de cáncer. También se recomiendan exámenes de detección regulares de cáncer de piel, especialmente para aquellos con antecedentes personales o familiares de cáncer de piel.